El estrés en gatos

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Cada vez más, el estrés en gatos está presente en nuestras mascotas, y es que el ritmo de vida que llevamos no sólo nos afecta a nosotros, sino también a los compañeros que están en casa. Por esa razón es muy importante que aprendamos a identificar a un gato estresado, conocer los síntomas, averiguar las razones por las que se produce dicho estrés, y por supuesto también debemos aprender a actuar en modo preventivo y activo sobre gatos que padezcan este problema.

El estrés en gatos

Los gatos y el estrés

Evidentemente, no hay dos gatos iguales, y es que tenemos a nuestra disposición una amplia variedad de razas de gatos entre la que elegir, presentando cada uno de ellos unas particularidades y comportamientos diferentes.

Esto significa que hay razas más predispuestas que otras al estrés, de la misma forma que dentro de una misma raza, también habrá ejemplares que tengan una mayor tendencia a sufrir estrés que otros.

Por esa razón, en lugar de tratar el estrés en gatos desde una perspectiva que afecta a las razas, debemos hacerlo de un modo más personalizado, pensando en nuestro compañero, su carácter, su entorno y por supuesto también la vida que le estamos dando.

No olvides que los gatos sufren el estrés del mismo modo que los humanos, lo que significa que es importante actuar antes de que se desborde y pueda dar lugar a otros problemas que pueden suponer una mayor gravedad.

Tipos de estrés que sufren los gatos

Por supuesto, el estrés no siempre tiene un efecto negativo en los seres vivos, sino que en ocasiones llega a ser esencial para la vida.

De esta forma, podemos entender que existen dos tipos de estrés que pueden padecer los gatos, los cuales son los siguientes:

  • El estrés positivo: el estrés positivo sería que el estrés que alcanza unos niveles normales, es decir, los que necesita para poder reaccionar en la vida con normalidad, ya sea al encontrarse con otros individuos de su especie, con otros animales distintos a los que conoce y sabe que no son problema, al conocer a personas que vienen a visitarnos a casa y que no revisten un peligro, cuando va a cazar a una presa y tiene que tomárselo con paciencia y calcular mucho sus movimientos, etcétera.
  • El estrés negativo: sin embargo, el que a nosotros nos preocupa realmente es el estrés negativo, es decir, aquel que supera los límites normales como por ejemplo cuando se siente atacado, siente miedo o incluso terror, etcétera. Estos niveles de estrés tampoco tienen porque ser perjudiciales siempre y cuando sean muy puntuales, pero en el momento en el que comienzan a ser frecuentes, llegando incluso a darse todas las semanas o todos los días, entonces ya nos tiene que empezar a preocupar.

Cómo se produce el estrés en los gatos

El estrés en gatos

Hay determinados elementos que se pueden considerar como más factibles de causar estrés en gatos, y en este sentido os recomendamos que tengáis en cuenta los siguientes:

  • Problemas de socialización: se trata de uno de los principales problemas y razones por las que se puede estar niveles altos de estrés en un gato, dando lugar a lo que conocemos como el estrés negativo. Básicamente ocurre cuando el animal no está acostumbrado a compartir su vida con otras mascotas, ya sean de su misma o de diferente especie, o incluso con el hombre, ya que cuando de forma puntual se ven obligados a mantener esta socialización, la situación se transforma en agresividad o incluso el miedo que les hace huir.
  • Una educación poco adecuada: si el animal no está siendo educado adecuadamente, es decir, vive en un entorno en el que no se siente realizado, no conoce unos límites determinados, se siente demasiado presionado, o incluso no dispone de su espacio, compañía, etc. y en general elementos que necesita, evidentemente al final puede acabar desarrollando un estrés que se mantienen unos niveles más altos de lo que debería.
  • Los miedos naturales del gato: cabe destacar que el gato es un depredador, de manera que en este sentido tiene la cualidad de que, al no haber habitualmente otros depredadores por encima de ellos en sus alrededores, sus miedos naturales se reducen al mínimo. Evidentemente, un gato que vive en la montaña está más expuesto a este tipo de depredadores, mientras que en el campo e incluso en la ciudad, forman parte de la zona alta de la cadena alimenticia, por lo que los primeros tendrán un mayor estrés provocado por sus miedos naturales, mientras que los segundos generalmente viven con una mayor tranquilidad.
  • Un entorno hostil o desagradable: no obstante, pese a que no tenga depredadores, también existen elementos de su entorno que pueden afectarle negativamente como por ejemplo el hecho de encontrarse en un entorno hostil, es decir, aquel en el que puede sufrir agresiones de otros animales, personas o incluso vehículos, no tienen acceso fácil a la alimentación o al agua, etc., en cuyo caso evidentemente van a desarrollar un estrés negativo que poco a poco se irá acumulando, y dependiendo de cada ejemplar en particular, independientemente de su origen y raza, se irá desarrollando de una forma u otra, hasta el punto que los hay que lo llegan a asimilar adecuadamente, y otros mueren en el camino.

Los síntomas del estrés en gatos

El estrés en gatos

Cada ejemplar va a expresar su personalidad a su manera, de forma que es importante que tengamos en cuenta los síntomas que os vamos a detallar a continuación, pero por supuesto también debéis entender que se puede dar uno de estos síntomas, varios o incluso cualquiera de ellos puede ver sus características modificadas y condicionadas a la personalidad específica de nuestra mascota en concreto.

  • Presenta un carácter más agresivo y menos amigable: es muy importante que, para poder saber si un gato se encuentra en una etapa en la que está sufriendo un mayor estrés, lo conozcamos de antemano, es decir, podamos realizar una comparación de su comportamiento antes y después. En el caso de que sea un gato que haya cambiado considerablemente este comportamiento y tienda a ser más agresivo y haya disminuido su capacidad para relacionarse, entonces muy probablemente estamos ante un caso de estrés.
  • Se comporta de forma compulsiva: la compulsiva también puede ser otra muestra de la presencia de estrés negativo, de manera que podemos observar que por ejemplo se lame en exceso, o incluso se arranca el pelo o se llega a ocasionar heridas, siempre y cuando no exista ningún tipo de problema en la piel, puede ser signo de elevado estrés.
  • Se esconde con mucha frecuencia: ahí algunos gatos que, cuando sufren fuerte estrés, tienden a esconderse en los rincones. Esto no siempre es signo de que haya estrés, por supuesto, ya que puede ser una simple costumbre de nuestro gato, pero generalmente indica que tiene miedos, lo cual debemos intentar corregir para evitar que pueda acabar convirtiéndose en un problema de estrés o incluso de ansiedad. Básicamente debemos intentar saber qué es lo que le causa miedo y actuar contra ello.
  • Ingiere objetos que pueden perjudicar su salud: a los gatos, cuando el nivel de estrés se les eleva a más de la cuenta, les surge un problema que podríamos englobar dentro de los trastornos alimentarios y que se denomina “pica. La pica es básicamente un problema que lleva a nuestra mascota a comerse cosas que no debería, como por ejemplo romper los artículos que son de tela e ingerirla.
  • Se presentan trastornos alimentarios: además de la pica, también existe la posibilidad de que se presenten dos de los trastornos alimentarios más habituales en el hombre que son la anorexia y la bulimia, de manera que podremos observar que deja de comer y pierde peso, o incluso que le da por comer más de la cuenta y empieza a engordar de forma insana.
  • Aumenta su costumbre de arañar las cosas: también es habitual que, un gato estresado, aumente esa mala costumbre de arañar las cosas. Arañar y morder son dos formas de expresar esa ansiedad.
  • Vocaliza con excesos: la vocalización con exceso puede ser otra de las muestras de que existe ansiedad o de que el gato está presentando dolores o miedo. Si hace este tipo de ruidos con mucha frecuencia, debemos intentar averiguar la verdadera razón por las que los produce.
  • Presenta hiperactividad: y finalmente, la hiperactividad es otro de los síntomas que puede presentar un gato que se encuentra estresado, de manera que nunca está quieto, se comporta de forma más agresiva o incluso lo muerde y araña todo como os decíamos antes. En este sentido también debemos diferenciar con respecto a los datos que son pequeños y están jugando, o incluso también a los mayores puesto que el juego es algo que llevan a cabo con regularidad a lo largo de toda su vida.

Cómo prevenir el estrés en gatos

El estrés en gatos

El estrés en los gatos es algo que podemos prevenir, pero para ello es importante que tengáis en cuenta las recomendaciones que os damos a continuación:

  • Asegúrate de que vive en un entorno agradable: el entorno es esencial, de manera que debe contar con su zona propia, donde se sienta tranquilo y protegido, donde sepa que nadie lo va a molestar si él no quiere. Además, debe contar con todos los cuidados necesarios que le permitan descansar, alimentarse y saciar su sed con garantías, y por supuesto no olvidemos que también precisa de un arenero en el que poder hacer sus necesidades. Ni que decir tiene que tenemos que evitar los ruidos y los olores desagradables que lo puedan mantener en tensión.
  • Comparte más ratos con tu compañero: es importante que dediques tiempo a tu compañero, ya sea sacándolo a o jugando con él. En cualquier caso, en todo momento debe disponer de elementos con los que pueda jugar y entretenerse, lo que significa que, muy especialmente si estamos fuera de casa con frecuencia, tenemos que aportarle todos los juegos y juguetes con los que pueda pasar el rato solo sin estresarse.
  • Si introduces cambios considerables en su vida, hazlo de forma gradual: uno de los mayores errores que cometemos con las mascotas es introducir de forma brusca cambios en su vida. Evidentemente, si nos vamos a llevar al gato a otra casa distinta o va a cambiar de dueño, es difícil hacer que el proceso sea progresivo, pero en la medida de nuestras posibilidades, tenemos que intentarlo para que los cambios no los sufra con tanta brusquedad, de manera que conseguirá adaptarse mucho mejor y con más rapidez gracias a que su estrés será menor.
  • Es importante que le transmitas confianza y seguridad: esto evidentemente iría ligado a esos ratos adicionales que vamos a pasar con nuestro compañero, es decir, tiene que sentir que con nosotros está seguro, y que nos vamos a encargar de sus necesidades en el momento en el que las tenga, además de que, si precisa de nuestra ayuda para sentirse protegido, puede contar con ello.

Cómo tratar el estrés en gatos

El estrés en gatos

Hemos aprendido algunos trucos para poder prevenir el estrés, pero también puede ser que estés consultando esta pequeña guía precisamente porque habéis notado síntomas que podrían dar a entender que vuestro gato está estresado.

En ese caso no os preocupéis, ya que igualmente os vamos a dar una serie de recomendaciones con las que vais a poder ayudarlo a superarlo o, por supuesto, también eliminar todos aquellos aspectos en su vida que puedan estar motivando este estrés.

  • Si hay más mascotas, observa su relación con ellas: en primer lugar vamos a intentar averiguar si la razón de su estrés se debe a la relación que pueda mantener con otros compañeros del grupo. Aquí es esencial que observemos adecuadamente, ya que hay ocasiones en las que alguno de los miembros puede tener un comportamiento muy diferente cuando estamos delante y cuando nos hemos ido, por lo que debemos observar que ninguno de los otros animales este sometiendo al gato estresado a maltrato.
  • Motiva los momentos de relajación: es esencial que motivemos los momentos y trabajemos el entorno de la forma que sea necesaria en relación con su relajación, es decir, cuando un gato está estresado, lo que debemos hacer es que disfrute de la mayor cantidad posible de momentos relajados, que pueda disfrutar de lo que realmente le guste, y sobre todo que rompa con la monotonía para intentar averiguar dónde se encuentra realmente la razón de su estrés.
  • Juega con él y práctica ejercicio: los gatos por norma general necesitan practicar ejercicio físico con regularidad, lo que significa que debemos tomarnos muy en serio la práctica de ejercicio físico todos los días. Si nuestro gato es demasiado perezoso, debemos motivarlo a practicar ejercicio, y para ello podemos conseguirlo por ejemplo con determinados juguetes que hay en el mercado y que le pueden servir para animarse.
  • Asegúrate de que se está alimentando adecuadamente: también es importante que tengamos en cuenta su alimentación, ya que un déficit nutricional puede ser el detonante de niveles de estrés y ansiedad más elevados.

3 comentarios sobre «El estrés en gatos»

  1. Mi gato estaba muy estresado cuando lo adoptamos, y siguiendo consejos como estos, conseguimos que se adapatase a su nuevo hogar y ahora es feliz

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